LA PARTICIPACIÓN DE LAS MADRES, PADRES O TUTORES EN EL DESARROLLO MUSICAL DE LAS NIÑAS Y NIÑOS
Andrea Isabel Grajales Yepez
La familia es el primer núcleo en el que intervienen las y los otros, el lugar donde las creencias, tradiciones, ideas y experiencias se comparten, se viven y por lo tanto también genera aprendizaje e influye de alguna manera en nuestra personalidad. Padres, madres, tutores… son los responsables de darnos una educación escolar, e inevitablemente son también parte del proceso. Cuando deciden (o decidimos) incluir una formación musical a nuestro desarrollo, su papel es parte fundamental porque ellos y ellas también crecen y aprenden. Es importante reconocer el papel de la familia, las madres, padres y tutores en la educación musical para que esta tenga más fuerza y los objetivos que se plantean se cumplan… la educación debe trascender más allá de la escuela.
Primer acercamiento sonoro-musical
Desde que estamos en el vientre reaccionamos a la voz de nuestra madre y a la música, es el primer acercamiento al sonido donde el lazo madre-hijo(a) se nutre, además es un refuerzo de la lengua materna y un acercamiento a la cultura del lugar donde el niño o niña se desarrollará.
“El ritmo y las inflexiones del propio idioma constituye una de las primeras y más ricas lecciones de música que pueda recibir un niño.” (Gainza, 2013) Después del nacimiento, se puede ir sensibilizando el oído del bebé, hablando con una voz tenue, pero con inflexiones, usando las onomatopeyas para acompañar las acciones o situaciones; articulando muy bien las palabras y mostrando también nuestra gesticulación. Con esto contribuimos en su desarrollo del habla y preparándolo para un mundo lleno de ruidos y sonidos, solo hay que tener cuidado con los cambios bruscos de volumen que pueden traer daños en su audición y crear experiencias negativas.
Crecer cantando
Desde pequeños y pequeñas la música está en todo, “los momentos más característicos e importantes de esta época de la vida del niño pueden acompañarse con canciones. Así, el baño, el paseo diario, la comida, el sueño, el despertar y más tarde los cumpleaños, la lluvia, los llantos que suceden a los golpes o lastimadura. recibirán su correspondiente dosis de canto.” (Gainza, 2013) Con el canto el lenguaje, la actitud y la motricidad se potencializan; las niñas y niños imitan lo que escuchan y los movimientos que acompañan, asimilan las situaciones con lo que están cantando, por ejemplo, las canciones de cuna mientras se arrullan a un bebé y el balanceo de lado a lado, la suavidad de la voz y la intensión del canto hacen que con el tiempo el dormir sea una actividad positiva y placentera, te hace sentir en un lugar seguro y listo para descansar en cuando comienza el arrullo.
La música es parte inseparable de la vida del ser humano y, por lo tanto, se recomienda a las madres, padres, tutores y familia, a cantarle a las niñas y niños: también se educa y se aprende cantando.
Educación Musical Temprana
La educación musical que lleva un bebé es a través de la estimulación y siempre acompañado de un familiar independientemente de la o el educador. Las sesiones están dirigidas a objetivos específicos que aportan a su desarrollo integral: motricidad, afectividad, y el habla. Las habilidades que se buscan en un principio no están relacionadas a un instrumento en específico, el bebé no será pianista o guitarrista aún; el enfoque va hacia la interiorización del pulso, aumentar el tiempo de atención y tolerancia a una actividad, mejorar su equilibrio, el seguimiento de instrucciones y también la oportunidad de crear, a la práctica musical con objetos o instrumentos de percusión pequeña, al canto… y mencionamos esto porque las madres, padres, tutores o familiares que acompañan al niño o niña deben ser conscientes de lo necesario que es iniciar con una estimulación musical y que no solo son juegos, es una educación y formación necesaria en nuestro desarrollo humano.
Las sesiones también son un espacio de conocimiento y aprendizaje en conjunto, es el momento para apreciar el tiempo en familia y crecer juntos.
¿Te gustaría conocer algunas actividades, ejercicios musicales relacionados con la estimulación musical? Aquí te dejamos una publicación anterior: El juego pre-simbólico en la etapa sensoriomotriz.
Valorar el estudio del instrumento
“La habilidad musical no es un talento innato sino una habilidad que se puede desarrollar. Todo niño a quien se enseñe correctamente puede desarrollar habilidades musicales, como todos los niños aprenden a hablar su lengua materna. El potencial de cada niño no tiene límite.” – Shinichi Suzuki
Si un niño o niña desea aprender a tocar un instrumento debe ser apoyada su decisión, profesionalizante o no, la música formará parte de su vida y de su desarrollo. La guía sobre todo lo musical e instrumental queda en el papel del docente, pero la madre, padre o tutor también es responsable de que el aprendizaje continúe. La asistencia, puntualidad y cumplimiento a cada clase es indispensable, es un valor que debe empezar en nosotros como adultos.
Durante las clases, se les motiva a estudiar, avanzar e investigar por sí solos, pero como padres o madres también debemos estar interesados en su actividad, pueden acercarse al docente y preguntar de qué manera contribuir, cómo acompañar el estudio en casa, qué observar… escuchar a las niñas y niños también es preciado, hacerles sentir y saber que, como padre, madre, familia, estarán ahí apoyándolo y asegurándose que se sienta bien.
¡Por más educación musical!
La educación musical continúa en casa y no solo se -educa- al estudiante, sino también a su papá, mamá, tutor y hasta la familia. Motivar a las niñas y niños a participar, estudiar y cumplir sus sueños, la inspiración es el primer paso, pero todo comienza desde el reconocimiento y valorización de lo que quieren hacer.
Hay que valorar el acto musical, debemos entender que la música como cualquier otra actividad artística o deportiva es más que solo un pasatiempo: se puede vivir haciendo, educando y compartiendo música. La educación musical busca concebir seres humanos más creativos, libres, expresivos, funcionales, autónomos y conscientes de que viven en una sociedad, un planeta que necesita mejorar y ellas o ellos pueden aportar.
Y si de pequeño o pequeña no tuviste la oportunidad de entrar a una escuela o no había quien te acompañara o llevara a tus clases… ahora puedes hacerlo, sin importar la edad, todos y todas podemos hacer música.
Bibliografía
Americas, S. A. (s.f.). Obtenido de https://suzukiassociation.org/about/suzuki-method/es/
Gainza, V. H. (2013). La iniciación musical del niño. Melos.
Latonda, E., Ochoa, M. E., & Ortega, A. D. (2019). Técnica Conectiva, el teatro como herramienta. Educar con cuerpo y alma. En Escuela de familias: Del arte a la educación. Madrid: Dykinson.
Lázaro, G. L. (s.f.). Desarrollo cognitivo y motor. 2013: McGraw-Hill Interamericana.